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Agotado
Autor: Marcelo Percia
Inconformidad no es estado de infelicidad como la insatisfacción. Si la insatisfacción se protesta por el planeta que tenemos o bien por algo que la vida no nos da, inconformidad insiste como deseo que se suelta de lo existente. El deseo llega de visita a las formas, las habita, atraviesa sus extensiones, mas no desea quedar atrapado en ellas. En la insatisfacción, el deseo (enmarañado) se levanta de mal humor pierde sus mejores horas en menesteres de mantenimiento de las formas, contrae obligaciones, se vuelve demandante de todo y acaba persuadido de que la vida le debe satisfacción Inconformidad no es reacción del ánima frustrada. No deviene del desencanto ni deriva de la decepción. Frustración, desencanto, decepción, son reclamos de la conformidad desilusionada. La decepción es venganza de fieles que sienten sus esperanzas engañadas. Inconformidad respira un aliento sin fin, un movimiento en el que el deseo se inspira y se disuelve en el aire.