$1.030,00
Ahorra $-1.030
Agotado
Autor: Jannmarc Rouillan
¿Qué afirmarás delante del pelotón?
Jamás me ha agradado charlar de ello. De la misma manera que jamás hablo de la prisión. No deseo obsesionarme: debes hacer lo que crees justo, sean cuales sean los peligros.
¡Pues a ti, en el momento en que te cojan, te fusilan fijo!
Sonríe señalándome con el dedo. Como otros muchos barceloneses, el Metge estaba persuadido de ello. Sí, van a ir a por mí... o bien a por Oriol, obviamente.
Ravachol no tuvo tiempo de finalizar la oración «Viva la rep...», cuando la cuchilla lo degolló me afirma, mientras que, con un ademán teatral, se lleva la mano al cuello.
Le devuelvo la patata caliente:
¿Y ? ¿Qué chillarás ?
¡Viva la anarquía!
¡Mas si no eres ácrata!
Se hace el sorprendido. Ya nos hemos peleado bastante sobre eso a lo largo de las asambleas de la gaceta para devolverme esta mofa.
Me da lo mismo y deja escapar una sonora risotada. Suena bien, ¿no?
A fines de los años sesenta y principios de los setenta, España era un hervidero político en el que los cuadros de la vieja izquierda y de la ultraizquierda nacida al calor de las movilizaciones obreras y del movimiento estudiantil se preparaban para dar el salto a la legalidad y al nuevo-viejo régimen de democracia monárquica tutelada por los militares. Este iba a retribuir la olvida y el colaboracionismo de la oposición amaestrada o bien domable con un reparto desprendido de cargos en la administración pública y la política, y con magníficas subvenciones y tejemanejes a los sindicatos «adictos» al nuevo régimen. El resultado era previsible, mas pocos fueron los que se opusieron de veras a las traiciones de la Transición.
