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Autor: Esteban Perroni
A lo largo de múltiples años, todos y cada uno de los catorce de abril, múltiples compañeros, como mis hijos, me llamaban para felicitarme por mi aniversario. Esas felicidades se fueron amontonando, hasta el momento en que me comenzaron a producir cierta sensación de rechazo. Antes que encontrasen el berretín en casa de Amazonas, ya se había acabado el desnude, la rotura de las paredes y los diálogos impúdicos de los milicos. La policía debió llamar al juez por el hecho de que había fallecidos. La presencia del juez por la muerte de Luis y también Ivette, sumado a que ya no había a quien matar, por el hecho de que no habían encontrado el berretin, es lo que nos salva la vida al Nato y a mí. Yo no lo vi con claridad, ni en ese instante, ni a lo largo de los años siguientes, recién comencé a valorarlo a causa de las felicidades de aniversario los consecutivos catorce de abril. Sentía que me caian mal. Yo adquirí mi vida por la muerte de los Martirena.
DAVID CÁMPORA
Los meses anteriores, y los sucesos del catorce de abril de mil novecientos setenta y dos en la calle Amazonas mil cuatrocientos cuarenta y en Pérez Gomar cuatro mil trescientos noventa y dos, sumado a los días siguientes con la colocación de bombas "en serie", la madrugada del dieciseis de abril para más de 5 vecinos del campo de la cultura, no dejaban dudas; si un ciudadano venía por la rambla cara el este y veía una isla, al plegar a la izquierda, por cualquier calle que entrase, era recomendable caminar cuidadosamente.
Absolutamente nadie va a poder probar por qué razón "el escenario prácticamente natural" de aquellos sucesos fue Malvín, ¿Quizá su mezcla de aire libertario con "el buen pasar", y su eterna vecindad, hizo de Malvín un santuario de líricos, donde es más simple solicitar ayuda por nudos de amistad, que por situaciones ideológicas? Un sitio donde su perspectiva al sur, desde sus playas a sus orígenes "malvinos", convoca a "cirios y troyanos" a elucubrar sobre lo eterno. Tal vez de ahí que, cincuenta años después (en su templo de la Playa Brava), es posible ver todos los domingos de mañana, en rondas con carices eucarísticos, a exintegrantes de la JUP (Juventud Unidad de Pie) con
simpatizantes y componentes de aquel MLN-T, quizás con la idea de que el tiempo, y el distrito, consiguieron borrar prácticamente todo.