Tecnofeudalismo. Crítica De La Economía Digital

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Autor: Cedric Durand

El día de hoy, en el arte, todo es posible. Al calificar cualquier cosa de artística –una mácula, una conserva, un cuerpo sanguinoliento o bien los excrementos–, el llamado arte moderno efectúa una negación radical de los códigos y las reglas, de la tradición y los criterios de juicio que, no obstante, aún empapan y estructuran la mayor parte de las conciencias. Librado de los ideales humanistas y de su dimensión progresista, este arte abraza el proyecto del liberalismo libertario, que responde a una clase social dominante, y no a todas y cada una. Proyecto de un planeta vacío en el que reinan el cinismo, el oportunismo y el egoísmo. Las prácticas artísticas que el arte moderno pone en valor apuntan con esto a trastornar los comportamientos y las mentalidades en el alborozo de una regresión narcisista que transgrede prohibiciones precisas para la construcción de sí y la vida en sociedad. Todos y cada uno de los preceptos civilizatorios devienen allá objetos fóbicos y obstáculos inaguantables para una creación que se ha vuelto adepta a la subjetividad, el relativismo, la espontaneidad y el goce. Ubicados en la esfera freudo-marxista, los autores de este libro aceptan una perspectiva al unísono sociológica, psicoanalítica y también histórica que les deja, a través del análisis de las obras de arte consideradas más relevantes del siglo veinte, aclarar la inversión de valores realizada por un capitalismo posmoderno que festeja lo vacío, lo banal, lo absurdo, el desecho, lo escatológico, lo porno y lo mórbido.